La periodontitis es una de las enfermedades que afectan a las encías y tejidos de soporte de los dientes, conocidas como enfermedades periodontales. La Periodontitis es una infección profunda de la encía y el resto de tejidos que sujetan el diente, que pueden tener limitaciones de salud, funcionales y estéticas en los pacientes. Limitan la función masticatoria, debido al aumento de la movilidad de los dientes, y alteran el aspecto estético de la boca. Si no se tratan adecuadamente, las patologías periodontales acaban provocando la pérdida de los dientes. Además, está cada vez más demostrado que la infección periodontal aumenta el riesgo cardiovascular, complica el control de la diabetes, favorece las enfermedades pulmonares y las complicaciones durante el embarazo, aumentando el riesgo de parto prematuro.
La periodontitis aumenta su frecuencia con la edad, y el daño que causa es irreversible, aunque se puede detener. Existen distintos estadios y grados de enfermedad.
Las enfermedades periodontales son unas las más comunes en el ser humano. En España, según la Encuesta Nacional de Salud 2005, entre el 85-90% de la población mayor de 35 años padece estas patologías en algún grado, principalmente gingivitis. La manifestación más destructiva o periodontitis afecta al 30-38% de los adultos mayores de 35 años. Y las formas más avanzadas se dan en el 4-11%.
¿Qué la produce?
La periodontitis es una enfermedad inflamatoria producida por bacterias, que se agregan formando una fina capa sobre los dientes, conocida como placa o biofilm bacteriano. La placa bacteriana se forma continuamente, y su acumulación provoca la inflamación de la encía o gingivitis. Si esta inflamación se mantiene en el tiempo, en pacientes que tengan una predisposición genética a la enfermedad, hará que se manifieste la periodontitis.
El tabaco es uno de los factores de riesgo más importantes en el desarrollo y progresión de la enfermedad. Las personas que fuman tienen hasta tres veces más riesgo de padecer enfermedad periodontal. Además, el tabaco puede dificultar el diagnóstico precoz de la periodontitis al enmascarar uno de los signos principales que es el sangrado.
La progresión de las enfermedades periodontales y la gravedad de la destrucción de tejidos se ven condicionadas por otros factores como el estrés, virus, medicamentos o enfermedades sistémicas como la diabetes, entre otros.
¿Qué signos de alarma puedo notar?
En sangrado es el signo más claro de enfermedad periodontal. Las encías sanas no sagran y a pesar de que es algo que se ha normalizado en la sociedad, no es normal que aparezca sangrado después del cepillado de los dientes. Ante cualquier signo de enrojecimiento, inflamación o sangrado de las encías debemos acudir al dentista o periodoncista para realizar un correcto diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Otros signos habituales son mal aliento, hipersensibilidad al frío, retracción de la encía, sensación de tener los dientes más largos, separación o aparición de espacios entre los dientes y movilidad de los mismos.
¿Se puede contagiar?
La enfermedad periodontal no es transmisible, pero sí lo son las bacterias que inician la enfermedad. Si estas bacterias se transfieren a un individuo genéticamente susceptible pueden desarrollarse los signos y síntomas de la periodontitis. Por eso es aconsejable que, si convive con una persona que padece esta enfermedad, acuda a un especialista para descartar la presencia de estos signos.
¿Se puede prevenir?
Para prevenir la aparición de la periodontitis es necesario:
- Acudir regularmente al periodoncista o dentista
- Cepillarse los dientes y espacios interdentales 2 veces al día, como mínimo
- Controlar o evitar otros factores de riesgo.
El higienista dental es el profesional encargado de explicarle cómo mejorar las técnicas de cepillado y uso de seda o cepillos interdentales
¿Se puede tratar?
Como ya hemos dicho la periodontitis deja secuelas que son irreversibles, el hueso que se ha perdido, en la mayoría de las ocasiones no se puede recuperar. Sin embargo detener la progresión de la enfermedad y mantener los dientes toda la vida es posible y muy predecible. El diagnóstico precoz es vital para el mantenimiento de los dientes a largo plazo, teniendo en cuenta que la enfermedad puede comenzar en la adolescencia o tras ella.
El tratamiento de la periodontitis consiste principalmente, en la eliminación de la placa bacteriana y el cálculo o “sarro” mediante el rapado y alisado radicular, limpiando por debajo de la encía. Puede ser necesaria la realización de pequeñas cirugías y en ocasiones se pueden realizar técnicas de regeneración tisular, con el objetivo de ganar parte del hueso que se ha perdido.
Para conseguir el éxito en el tratamiento es indispensable que el paciente ingrese en un programa de mantenimiento periodontal personalizado, lo que, junto con el control diario de la placa bacteriana y de otros factores de riesgo como el tabaco, garantizará el control de la periodontitis a largo plazo.
