Nuestro objetivo es que los pacientes mantengan sus dientes toda la vida. Para ello nuestra filosofía se basa en dos premisas. Por un lado, realizar el tratamiento adecuado a cada persona según sus necesidades individuales, y por otro, desarrollar un plan preventivo no solo para cada paciente sino también en su entorno familiar. Por eso insistimos en la importancia de las claves de la prevención en distintos niveles.
En pacientes sanos se recomienda realizar revisiones periódicas cada 6 meses para detectar de manera temprana la aparición de enfermedad periodontal (de las encías), caries y otras patologías orales. Esta fase es especialmente importante en pacientes con antecedentes familiares de patología periodontal.
En pacientes con patología periodontal inicial (gingivitis o inflamación de las encías) evitar el avance a una periodontitis (pérdida de hueso e incluso dientes).
En pacientes con periodontitis (pérdida de hueso) evitar la progresión de la misma y la pérdida de dientes o la aparición de nuevas caries, así como reponer tejidos y dientes perdidos por la enfermedad y prevenir complicaciones de estos tratamientos como las enfermedades alrededor de los implantes dentales. (periimplantitis).
Las claves del éxito de esta prevención consisten en:
- Practicar una higiene oral diaria adecuada.
- Acudir a las citas de revisión y mantenimiento periódicas, según las necesidades de cada paciente. Nunca menos de dos visitas anuales.
- Realizar radiografías periódicas para localizar precozmente posibles problemas no detectables clínicamente, como caries en puntos de contacto entre los dientes.
- Tanto por nuestra propia experiencia como por la literatura científica, sabemos que siguiendo estas pautas, pacientes con problemas periodontales avanzados con pronóstico inicial cuestionable o malo, consiguen mantener sus dientes sin evolución negativa 30 años después. Esto es lo que más nos enorgullece de nuestra práctica diaria.
